Los criterios para diagnosticar un trastorno de la conducta alimentaria cambian

Los principales cambios son los siguientes:

• Se cambia el nombre "Trastorno de la Conducta Alimentaria" por "Trastornos de la Nutrición y la Alimentación" (Feeding and Eating Disorders)
• En cuanto a la Anorexia Nerviosa: Anteriormente era necesario que la persona presentara amenorrea (retirada del ciclo menstrual durante, como mínimo, 3 meses), ahora ya no es necesario que se dé este síntoma para diagnosticarla. También cambia el criterio relacionado con la pérdida de peso, anteriormente era necesaria una pérdida de peso que implicara estar por debajo del 85% esperable. En cambio ahora, este criterio es más flexible y se refiere a una pérdida significativa del peso atendiendo a la edad, sexo, trayectoria evolutiva y estado de salud. También elimina el concepto "rechazo" a comer por "restricción" únicamente. Otra novedad es la adición de dos subtipos nuevos para los casos en los que alguno de los síntomas ha remitido: en remisión parcial (el peso bajo ha remitido, pero siguen el resto de síntomas), y en remisión total (ya no presenta ningún síntoma )
• En cuanto a la Bulimia Nerviosa: Antes era necesaria la presencia de dos atracones a la semana durante 3 meses para diagnosticar Bulimia Nerviosa. Ahora hace falta un atracón semanal durante 3 meses por considerarlo criterio diagnóstico de Bulimia Nerviosa. Los subtipos (Bulimia purgativa y Bulimia No Purgativa) desaparecen, ya que el no purgativo suele tratarse, en realidad, de un trastorno por atracón.
• En cuanto al Trastorno por Atracón: Deja de considerarse un trastorno no especificado para pasar a tener entidad propia. Los criterios para diagnosticar un Trastorno por atracón son la presencia de un atracón semanal durante 3 meses consecutivos sin existencia de purgas posteriores.
• Se añaden la Pica, el Trastorno por Rumiació, y el Trastorno de la ingestión alimentaria en la infancia como Trastornos de la Conducta Alimentaria y no como Trastornos de Inicio en la Infancia y la Adolescencia, tal y como lo estaban anteriormente.

Estos cambios son útiles porque permiten realizar un diagnóstico más preciso de la enfermedad. Con los criterios anteriores (los del DSM-IV), el diagnóstico más habitual era el de Trastorno de la Conducta Alimentaria No Especificado, por lo que era más difícil describir la sintomatología predominante en la persona afectada. Un diagnóstico más preciso facilitará un tratamiento más cuidadoso también.

Si desea acceder a más información sobre los diferentes Trastornos de la Conducta Alimentaria, visite el siguiente enlace: Trastornos de la Conducta Alimentaria